martes, 12 de julio de 2011

Bloody Mary

Esta es la historia de una chica llamada Elizabeth Mary. Ella tenía asma, lo que le dificultaba bastante la vida. Había tenido varios ataques en su vida, pero no muy graves, hasta que un día sufrió un ataque de asma fatal y sus padres se vieron obligados a llevarla al hospital. Al llegar allí, el médico les dijo que era demasiado tarde, y que ya no podían hacer nada por ella. Los padres, desconsolados, decidieron enterrarla en su jardín. El día del funeral, toda la familia asistió muy entristecida, y después de que el cura pronunciara su discurso, la enterraron en un precioso ataúd de madera negra. Su madre, que no quería creer que su hija había muerto, le ató una cuerdecita al brazo y esa cuerda la ató a una campanita, que sonaría si su hija movía el brazo. Pasaron bastantes días, y la madre, todas las noches, se quedaba fuera rezando para que la campanita sonara. Hasta que un día, muy temprano, sonó la campanita. La madre y el padre corrieron al lugar donde estaba su hija enterrada. El padre comenzó a cavar con una pala y cuando llego al ataúd negro, lo sacó. Abrieron el ataúd, y lo que les esperaba dentro era horrible. La habían enterrado viva. Elizabeth, dentro del ataúd, tenía una cara de espanto, y la tapa del ataúd y sus dedos estaban llenos de sangre, porque había rascado con todas sus fuerzas la tapa del ataúd, y había muerto ahogada, sin oxígeno. Sus padres, al verla, se suicidaron. Ahora se llama Bloody Mary (Sangrienta Mary)

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